Una empresa israelí desarrolló un "test" que detecta el coronavirus Sars-Cov-2 en treinta segundos gracias a los olores, con el objetivo de realizar pruebas a gran escala y permitir “un retorno a la normalidad” en momentos en que Israel sufre una segunda oleada de contagios. Se trata de determinar la presencia del nuevo coronavirus Sars-Cov-2, no la de anticuerpos.
La sociedad NanoScent creó una prueba que se asemeja a los "test" de alcoholemia, con la diferencia de que hay que expirar por la nariz, en lugar de por la boca, a un tubo ubicado en una de las fosas nasales.
La sociedad NanoScent, una empresa emergente (start-up) especializada en el análisis de olores gracias a algoritmos y basada en Misgav (norte de Israel), puso a punto una prueba que se asemeja a los "test" de alcoholemia, con la diferencia de que hay que expirar por la nariz, y no por la boca, a un tubo ubicado en una de las fosas nasales.
El tubo es conectado luego a un pequeño aparato, a su vez conectado con un teléfono móvil, que zumba ligeramente al aspirar el aire. En escasos segundos, el resultado aparece en el teléfono: “covid-19 negativo”, indicó el responsable, durante una visita de un periodista de la AFP a uno de los laboratorios de NanoScent.
Cuando el nuevo coronavirus empezó a expandirse por el mundo, la empresa israelí se preguntó cómo poner sus innovaciones al servicio de la lucha contra la pandemia.
Ahora gran parte de su actividad está vinculada con ese combate. La empresa analizó el aliento de miles de israelíes contaminados e identificó los olores específicos de quienes son portadores del virus.
“Se puede detectar quién es, o quién podría estar contaminado por el virus”, explicó Oren Gavriely, director general de NanoScent.
Los ensayos en curso en Israel han dado resultados cercanos al 85% de precisión. La tecnología, que podría recibir autorización para salir al mercado, está siendo probada en el marco de un proyecto piloto llevado a cabo en Europa, dijo el director a la AFP.
Esta tecnología parece “muy prometedora”, consideró Nadav Davidovitch, director de la escuela de salud pública en la Universidad Ben-Gurion de Beer Sheva (sur). Si el "kit" de detección recibe luz verde de las autoridades, “estoy totalmente a favor” del producto, aseguró.
Para NanoScent, este "test" olfativo no debe, sin embargo, reemplazar los efectuados en laboratorio. El objetivo es más bien poder usarlo a la entrada de salas de espectáculos, de estadios, de hospitales o de aeropuertos.
Si el resultado es positivo, las personas deberían someterse a un "test" en laboratorio para confirmar, o no, el diagnóstico. La ventaja del "kit", además de la rapidez para obtener el resultado, es su precio “ínfimo respecto al "test" que se hace en un laboratorio”, destacó Gavriely.
El proyecto tiene el apoyo del departamento encargado de investigación y desarrollo del Ministerio de Defensa de Israel. Este "test" podría “cambiar las cosas” destaca Daniel Gold, jefe de este Departamento.
Israel se vanagloriaba hasta hace poco de la gestión de la pandemia, pero el número de nuevos enfermos se ha disparado después del desconfinamiento.
El gobierno es ahora criticado por su enfoque ante el virus y por las dificultades económicas que acarreó la pandemia. Israel, con 9 millones de habitantes, tiene más de 56.700 casos de contaminación, y 430 fallecimientos, según el último balance oficial.
En los últimos días se han registrado hasta 1.000 nuevos casos diarios, e incluso hubo 2.000 solamente el miércoles.
En este contexto, Gavriely dice espera que su "test" pueda contribuir a una masiva detección que “permita recuperar un sentimiento de seguridad y retomar una vida normal”.
Los científicos aclaran que esta prueba no sustituye al examen de laboratprio, ya que si el resultado es positivo, las personas deberían someterse a una prueba de laboratorio para confirmar.