El PIAM es un programa institucional vinculado a la Vicerrectoría de Acción Social de la UCR. Está dirigido a personas mayores de 50 años y jubiladas con el fin de facilitar su acceso a cursos semestrales regulares y específicos y cuenta con la participación de estudiantes regulares de la Institución.

El anuncio de los ganadores se realizó el jueves 17 de noviembre del 2016 durante una emotiva ceremonia realizada en el auditorio del Registro Nacional en Zapote, en la que también se entregaron los premios en la categoría de Entidad Privada, Organización de la Sociedad Civil y Persona Física.

En la categoría de Entidad Privada el premio lo recibió la Cooperativa Autogestionaria de Personas con Discapacidad Física Permanente (COOPESUPERACIÓN R.L.), una cooperativa  que tiene como misión crear oportunidades  laborales  con el fin de insertar a las personas con discapacidad a fin de promover su estabilidad financiera y vida en familia.

En la categoría Organización de la Sociedad Civil el Premio se le otorgó a la Asociación de Mujeres Indígenas Bribris de Talamanca (ACOMUITA). Este es un grupo de mujeres  indígenas  que han velado por la recuperación del papel de la mujer en la cultura indígena bribri y cabécar, mediante capacitaciones y formación en la producción de cacao, banano y plátano.

En la categoría de Persona Física el Premio lo compartieron dos personas que con sus actividades tienen más que merecido el reconocimiento. A la periodista Camila Schumager de San Ana de San José, se le otorgó el Premio  por su aporte a la educación, respeto y búsqueda de la no discriminación a los estudiantes transgénero que han abandonado sus estudios. A la actividad asistieron muchos (as) de sus estudiantes, quienes se manifestaron muy emocionados.

En esta misma categoría el Premio también se le entregó al empresario turístico Egidio Robles Mora,  de Santa  Cruz de León Cortés, San José,  por desarrollar un proyecto de bien social que dona camas  y víveres a personas de escasos recursos.

Aparte de los reconocimientos otorgados en las cuatro categorías del Premio, en esta oportunidad se entregaron ocho reconocimientos adicionales a diferentes organizaciones y personas en el área de la producción, mejora del ambiente, desarrollo humano y labor social a favor de grupos y sectores poco favorecidos.

XXIV Edición del Premio

El Premio Aportes al Mejoramiento de la Calidad de Vida se creó en 1993 por iniciativa de la Escuela de Ingeniería Industrial de la UCR. En 1995 la Defensoría de los Habitantes asumió el Premio en conjunto con las cuatro universidades estatales y el Consejo Nacional de Rectores (CONARE). Recientemente se incorporó además la Universidad Técnica Nacional (UTN).

Este es un reconocimiento para las personas y organizaciones que realizan contribuciones al mejoramiento de la calidad de vida de sus semejantes, por medio de actividades económicas, sociales, ambientales y productivas.

Durante la actividad de entrega del Premio,  el Dr. Alberto Salom Echeverría,  rector de la Universidad Nacional (UNA) y actual presidente del Consejo Nacional de Rectores (CONARE), aprovechó la oportunidad para destacar la importancia de la solidaridad y el compromiso con los demás.

“Nos hemos venido acostumbrando a una cultura de la derrota, del espectáculo, de la desesperanza, del bochorno, de la desagregación social. Y hoy con muy buen tino, la Defensoría y las universidades públicas de Costa Rica nos unimos para celebrar la calidad de vida.  

“Estamos en una campaña para que todos y todas combatamos esa actitud de derrota, esa actitud que nos inculca la sociedad de consumo, el individualismo exacerbado, para migrar a otra cultura, a otros patrones de convivencia, mucho más solidarios, mucho más fraternos. En la seguridad de que si hacemos eso (respeto a la convivencia, respeto a la dignidad de las personas), vamos a vivir en una sociedad muchísimo más feliz”, agregó el académico.

Por su parte, M.Sc. Monserrat Solano Carboni, defensora de los habitantes, manifestó que el Premio permite conocer de cerca lo mejor de la sociedad costarricense en campos tan diversos como la medicina, la educación, las manifestaciones artísticas, la investigación académica, la lucha por la igualdad de oportunidades de distintos grupos y colectivos humanos, la ciencia y la tecnología, la producción, la protección  del ambiente en los que se destacan los y las costarricenses.

“Estas acciones innovadoras tienen en común el compromiso de quienes las impulsan, de asumir el reto de ser protagonista del cambio que el país requiere para construir una sociedad más inclusiva, más solidaria y por supuesto sostenible.

Estas propuestas de trabajo nos llenan de esperanza y nos permiten seguir soñando en la construcción de una sociedad que garantice el respeto a la dignidad humana y el disfrute de los derechos y libertades de todas las personas.

“Para la Defensoría de los Habitantes el trabajo realizado en conjunto con las universidades públicas pone en evidencia que aunque el país tiene grandes retos, existe el capital humano, la creatividad innovadora, la experiencia y la voluntad emprendedora de importantes sectores de nuestra sociedad, para asumir el compromiso por construir una sociedad de mayores oportunidades para todas las personas”, concluyó la funcionaria. Más información