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INDICADORES NACIONALES DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN 2024

Informe revela panorama desalentador en ciencia y tecnología

César A. Parral
11. 12. 25

Esta semana el Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) presentó el 14° Informe Indicadores Nacionales de Ciencia, Tecnología e Innovación 2024.

Paula Bogantes Zamora, ministra del MICITT

Fuente:
VI-UCR

El estudio mide las Actividades Científicas y Tecnológicas (ACT) realizadas en el país. Estas incluyen la enseñanza y la formación científica y tecnológica (EFCT), la investigación científica y desarrollo experimental (I+D) y los servicios científicos y tecnológicos (SCT).

Una lectura integral de los datos revela pocos avances y preocupantes retrocesos en un área que es fundamental para el desarrollo del país en sus diversos ámbitos.

Si se compara la inversión en Actividades Científicas Tecnológicas del 2024 con la del 2020 hay un incremento de $405,2 millones de dólares, sin embargo sólo crecieron levemente el sector académico y el privado, al contrario de lo que ocurrió en el sector público y las organizaciones sin fines de lucro.

Si se considera la distribución de la inversión en los cuatro sectores del 2020 al 2024, el sector académico sufrió una disminución del 64% al 60%, las empresas pasaron del 4% a 5%, el sector público del 32% a 35% y los organismos sin fines de lucro del 0,4% a 0,1%.

En lo que respecta a la inversión en ACT por sector, los SCT pasaron de 42% en el 2020 al 44% en el 2024, la EFCT pasó del 46% al 44%, mientras que la inversión en I+D se estancó en el mismo porcentaje que tenía en el 2020 (12%), con una reducción de un punto porcentual respecto al 2023.

Investigación científica y desarrollo

Ahora bien, si se considera únicamente la inversión en investigación científica y desarrollo experimental (I+D) del 2020 al 2024, hubo un crecimiento de $72 millones de dólares. Sin embargo, respecto al año anterior solo crecieron levemente el sector académico y el privado.

Pero si se considera la distribución de la inversión en I+D por sector del 2020 al 2024, se aprecia que el sector académico pasó de 61,3% al 54,4%, es decir hubo una disminución. Aunque sí crecieron levemente el sector privado y el sector público: 29,6% y 16.0% respectivamente.

Las tres áreas científicas en las que se realiza más I+D son ciencias sociales (20%), ciencias agrícolas (19%) y ciencias exactas y naturales (17%).

Todas estas cifras confluyen en la inversión en investigación y desarrollo experimental (I+D) como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), este es el método de cálculo que se utiliza como estándar internacional.  

Si se comparan los datos de ese rubro de años anteriores con los del 2024, se aprecia una caída significativa. En el 2020 era de 0,34% del PIB, mientras que en el 2024 fue de 0,29% del PIB.

La disminución también se aprecia en las ACT, que pasaron de 2,17% (2020) a 1.78% en el 2024.  Esto a pesar del crecimiento significativo del PIB durante ese período, lo que significa que el crecimiento del PIB no se tradujo en un aumento de la inversión en I+D.  

Esta cifra es significativamente menor que el promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la que Costa Rica es parte, que ese año era de 2.70%.

Estos datos generan preocupación sobre la competitividad y desarrollo tecnológico del país en los años venideros. También genera preocupación el poco aporte del sector privado. Aunque son países muy distintos, este sector en Finlandia invierte el 2,09% del PIB, mientras que en Costa Rica el 0,08%.

En materia de formación académica, las universidades del país otorgaron 49.588 diplomas en 2024, de los cuales el 63,1% correspondió a mujeres. Las  universidades privadas emitieron el 58,7% de los diplomas, destacándose en  ciencias sociales y ciencias de la salud, mientras que las universidades públicas concentraron su oferta en ingeniería, tecnología, ciencias exactas y naturales.

La presentación del Informe estuvo a cargo de Orlando Vega Quesada, viceministro de ciencia y tecnología, Paula Bogantes Zamora, ministra de ciencia y tecnología y Antonette Williams Barnett, jefa de la secretaría de planificación institucional y sectorial.

Fuente: VI-UCR

Proyectos e investigadores

En lo que se refiere a proyectos I+D, los números tampoco son prometedores, ya que en el 2024 solo se realizaron 29 proyectos más que en el 2020. En este rubro el sector académico tuvo un leve crecimiento, mientras que el sector público y organizaciones sin fines de lucro una evidente disminución.

Algo similar ocurrió en lo que se refiere a las personas investigadoras, que pasaron de 3.501 en el 2020 a 3.658 en el 2024. Pero si consideramos el año anterior y lo vemos por sexo, hubo una disminución en la cantidad de investigadores y un aumento en la de investigadoras.

Aún así se mantiene la brecha de género, ya que del total de personas investigadoras, el 54% fueron hombres y el 46% mujeres.

En cuanto al nivel educativo de las personas investigadoras se refiere, las tres áreas con más títulos de doctorado son las ciencias médicas (46%), las humanidades (39%) y las ciencias naturales y exactas (38%).

El Informe también incluye un apartado sobre innovación empresarial que muestra los resultados de consultas a empresas pequeñas, medianas y grandes.

Una de las preguntas tiene que ver sobre las fuentes de información para los procesos de innovación. El 68% manifestó que se informan por medio de Internet, el 50,9% por medio de proveedores y el 47,8% por medio de clientes.

Al consultarles sobre la relación de las empresas con diferentes agentes o entidades en el campo de la innovación, las universidades representan el 26,9% y los centros de investigación un 9,7%; por debajo de proveedores y clientes.

El documento concluye con la formulación de algunos retos nacionales, tales como potenciar el ambiente empresarial para realizar innovación, incentivar la inversión de I+D en el sector público, continuar con las mediciones de forma periódica, tanto en indicadores del CTI como en el sector empresarial, determinar las necesidades del personal en empresas y procurar capital humano especializado y continuar incentivando la participación de mujeres en áreas de ciencia, tecnología e innovación.

 

Parte del público presente en la actividad realizada en el auditorio del  Tecnológico de Costa Rica (TEC) en Zapote, San José. 

Sin cacao no hay chocolate

A pesar de los datos poco alentadores del Informe, el sector académico resulta ser el más dinámico y con mayores condiciones para potenciar la investigación científica en el país, sin embargo el Gobierno de la República se niega a girarle ₡9.346 millones del Fondo Especial de la Educación Superior (FEES) aprobados por la Asamblea Legislativa en el Presupuesto 2025.

Se le consultó a la ministra Paula Bogantes Zamora, quien participó como representante gubernamental en la Comisión FEES, por qué a estas alturas del año aún no se han girado dichos recursos a las universidades.

Bogantes justificó la decisión en su desacuerdo con la distribución del FEES entre las universidades públicas y porque en su opinión deben destinarse más recursos a becas, porque “no queremos que todo se vaya en salarios”.

“La colaboración entre las universidades públicas y el Gobierno debería ser natural, independientemente de cuál sea su ideología. Pero no se vale que las universidades nos condicionen a nosotros avanzar en esa agenda de proyectos identificados por el Gobierno, a un mayor porcentaje del FEES”.

“Nosotros desde el MICITT vemos una enorme ventaja aliándonos con las universidades públicas, de lo contrario no vamos a tener los porcentajes que quisiéramos”, manifestó la Ministra de Ciencia y Tecnología.

El informe completo aún no ha sido publicado, estará disponible próximamente en el sitio del MICITT: https://www.micitt.go.cr/