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Informe revela aumento de graduados en áreas científicas y tecnológicas

César A. Parral
20. 10. 17

El análisis de la base de datos de graduados, disponible en la plataforma HIPATIA 2017, revela un aumento en el número de nuevos profesionales en ciencia y tecnología (CyT); no obstante, este incremento no alcanza para solventar la carencia de profesionales en esta área.

El incremento en el número de graduados (as) en áreas de ciencia y tecnología ha contribuido al relevo generacional de investigadores (as) en las universidades públicas. Foto con fines ilustrativos.

Esta base de datos reúne 104.280 graduados, principalmente de universidades nacionales, y en menor medida, de aquellos que obtuvieron su título en el extranjero e iniciaron el trámite para su reconocimiento en el país.

La información recopilada señala que el número de nuevos profesionales que incluyen a las ciencias (exactas y naturales, médicas y agrícolas), así como ingenierías y tecnologías, aumentó cuatro veces al pasar de 26.469 a 104.280 graduados durante el periodo 2000–2015. Esto corresponde a un ritmo de crecimiento promedio de 8.7% por año.

Las disciplinas relacionadas con las ingenierías y tecnologías, así como las ciencias médicas, son las que crecen a un ritmo mayor (9.8% y 9.6%, respectivamente), mientras que las graduaciones en ciencias agrícolas,  son las que se mueven a menor ritmo.

El informe de HIPATIA explica que no existe un número ideal para la cantidad de profesionales en CyT que debe tener un país, por lo tanto, la valoración (positiva o negativa) de esta dinámica,  debe ser dimensionada en función de varias perspectivas.

Una de ellas es la aspiración de que Costa Rica cuente con un acervo de profesionales en las distintas áreas del conocimiento que garantice la posibilidad de conocer y analizar la cambiante realidad del contexto nacional, atender los retos que se presenten, así como asegurar la continuidad en la formación de estos profesionales.

Aumento es insuficiente

De acuerdo con esta aspiración, el aumento en el número de profesionales en áreas de CyT no es suficiente para superar la asimetría que persiste desde hace varias décadas y que en 2015 se tradujo en tan solo un 28% de graduados en estas áreas, en contraste con 72% en ciencias sociales y humanidades.

La ausencia de estudios sobre la demanda laboral de profesionales,  es una limitante que dificulta esta valoración. Solamente se cuenta con el listado de ocupaciones que podrían ser más demandadas por las empresas en sectores con una alta expansión, instaladas en las zonas francas. Dicho registro es realizado por Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (CINDE) mediante la iniciativa The Talent Place.

La plataforma HIPATIA 2017 incorpora datos de la evolución de los graduados para diez disciplinas que resultan de traslapar los requerimientos de profesionales en las áreas de alto valor agregado del sector servicios y el de ciencias de la vida (dispositivos médicos) y manufactura avanzada en las ingenierías de software, computación, industrial, electrónica, eléctrica, electromecánica, mecatrónica, mecánica, mantenimiento industrial, materiales y química. ]

Los datos evidencian que las profesiones en tecnologías de la información y comunicación (informáticos de “software” e ingenieros en computadoras) llevan la delantera (20,4%) de total profesionales en CyT durante 2000-2015, y el ritmo en que se forman nuevos profesionales crece en promedio un 10,2% por año.

Sin embargo, esto no es suficiente para suplir la demanda insatisfecha que tienen los empresarios de la Cámara de Tecnologías de la Información y la Comunicación (CAMTIC).

Los profesionales de ingeniería electromecánica, ingeniería industrial e ingeniería eléctrica y electrónica van en aumento, pero muestran una dinámica con tasas de crecimiento positivas y negativas que se suceden durante este periodo.

Por ejemplo, ingeniería eléctrica y electrónica muestran un decrecimiento del 15% en la cantidad de graduados en el último año del estudio.

La posibilidad de escalar hacia actividades de mayor valor agregado como investigación y desarrollo supone la disponibilidad de profesionales con alto grado de calificación, particularmente dentro de la creciente cadena de valor de dispositivos médicos.

Ya que The Talent Place no presenta datos sobre la posible demanda de profesionales, es difícil valorar la magnitud del reto que supone aumentar la formación en estas áreas. Adicionalmente, otro factor a considerar en la valoración del capital humano, es el proceso demográfico, el cual supone cambios en el tipo de disciplinas que demandará el país.

Envejecimiento poblacional

El envejecimiento de la población demandará cada vez más profesionales en salud: médicos, odontólogos, enfermería y en una variedad de tecnologías médicas. Afortunadamente, en las ciencias médicas los números son promisorios.

En el caso de las tecnologías médicas, destacan por el número de profesionales, los expertos en terapia física, optometría, terapia respiratoria, audiología, cuidados paliativos, imagenología diagnóstica y terapéutica, fisioterapia y fonoaudiología.

Sin embargo, particularmente en los casos de médicos y odontólogos generales, las cualificaciones y competencias son igual de importantes que en las tecnologías médicas, pero existen pocos especialistas.

El país arrastra un 83% de los graduados en odontología y un 72% en el caso de medicina que no cuentan con una especialidad.

Dado su escaso grado de cualificación, estos profesionales son igualmente insuficientes si se desea aprovechar la oportunidad que tiene el país de potenciar los ingresos por turismo médico, que de acuerdo con la Cámara Costarricense de la Salud (CCS) en el 2016 alcanzó $485 millones de dólares, que supera el monto exportado en café (308,7 millones de dólares).

En ese año, el 42% de la atención médica correspondió a servicios odontológicos, el 10% a cirugía plástica y un 22% a otros tipos de intervenciones como la ortopédica. De mantenerse dicho perfil, esto servirá de orientación sobre las especialidades que pueden ser más requeridas y de la importancia de aumentar la proporción de especialistas.

Adicionalmente, los cambios tecnológicos, además de ser un factor de crecimiento y desarrollo también afectarán el tipo de profesiones que serán más demandadas en los próximos años.

La denominada Cuarta Revolución Industrial (Industria 4.0) comprende la unión de toda una gama de nuevas tecnologías como los macrodatos, impresión en 3D, inteligencia artificial, la automatización del trabajo, robótica avanzada, la genética y los bioprocesos, las energías renovables, la exploración avanzada de petróleo y gas, entre otros.

En general, hay consenso en que habrá más oportunidades de empleo en las tareas que las computadoras y robots no pueden realizar y, por ende, los trabajos se volverán más complejos.

Tal coyuntura subraya la premura de tomar las acciones requeridas para aumentar el número, pero también la calidad con que se forman profesionales, sobre todo en aquellas áreas de CyT donde podamos tener mayores ventajas (comparativas) dadas las cadenas globales de valor en las que está inmerso el país.

Resulta previsible que algunas disciplinas serán requeridas con una mayor probabilidad como son las ingenierías comentadas previamente, así como las TIC, biotecnología y las distintas ramas de la biomedicina, tema en el que se especializa más del 50% de la comunidad de investigación científica.

En los últimos 16 años se han logrado formar unos 645 profesionales en biotecnología, a un ritmo de 13.8% anual.

La plataforma tecnológica HIPATIA 2017 es creada por el Programa Estado de la Nación, cuenta con el apoyo del Consejo Nacional de Rectores (CONARE) y  Fundación Costa Rica Estados Unidos para la Cooperación (CRUSA). Puede ser consultada de manera libre en la siguiente dirección: www.eccti.or.cr.

La nueva versión de la plataforma HIPATIA se presentó el 21 de setiembre del 2017 en el auditorio del Consejo Nacional de Rectores (CONARE).