Dos estudios recientes parecen echar la suerte sobre el liderazgo mundial en el desarrollo y uso de las tecnologías de inteligencia artificial (AI); las ventajas globales están asociadas a las naciones del norte mientras el rezago se ubica especialmente en los países sur del planeta: Latinoamérica y el Caribe, África y algunas zonas del pacífico asiático.
En los 20 primeros lugares de la clasificación en inteligencia artificial, aparecen los países del norte del planeta, en su mayoría del oeste europeo. Mientras, todos los países latinoamericanos están bajo el promedio mundial; México (32) y Uruguay (35) tienen la mejor se posición en el ranking; Chile es 39 seguido de Brasil (40). Costa Rica califica en la posición 66.
En mayo último se publicó el “índice Gubernamental de preparación en Inteligencia Artificial”, un análisis de 194 países preparado por el Centro Internacional para el Desarrollo de Canadá (IDRC), en donde Singapur ocupa el primer lugar, seguido por el Reino Unido, Alemania y Estados Unidos; Japón es décimo en el listado.
En los 20 primeros lugares de la clasificación aparecen los países del norte del planeta, en su mayoría del oeste europeo. Mientras, todos los países latinoamericanos están bajo el promedio mundial; México (32) y Uruguay (35) ostentan la mejor se posición en el ranking; Chile es 39 seguido de Brasil (40). Costa Rica califica en la posición 66, detrás de Kazajistán; Somalia es el último en el índice.
El estudio del IDRC pretende ser una herramienta comparativa que se disecciona en 11 indicadores ordenados en cuatro agrupamientos, a saber: Gobernanza; infraestructura y datos; educación y habilidades; gobierno y servicios públicos.
Hannah Miller y Richard Stirling, expertos de Oxford Insights, los autores del estudio, visualizan que en el año 2030 las tecnologías de la IA aportarán cerca de US$ 15 trillones a la economía mundial.
El documento del IDRC se complementa con el análisis denominado “Tendencias de la Tecnología”, publicado por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) en enero del 2019. Según el informe, unas 340 mil patentes relacionadas con la IA han sido tramitadas, la mayoría desde el 2013.
Cuando se valora la producción de información sobre el tema, la OMPI identifica 1,6 millones de documentos científicos desde la irrupción del concepto en la década de 1950.
Los procesos de patentamiento son principalmente encaminados por las empresas; en un segundo nivel están las universidades u organismos gubernamentales.
Según la OMPI, a finales del 2016 la IBM (International Business Machines Corp) tenía la mayor porción de las solicitudes de patente de IA con 8.290 invenciones, seguida por la empresa estadounidense Microsoft Corp. con 5.930. Luego surgen otras firmas reconocidas con abultados registros como Toshiba de Japón (5.223), el Grupo Samsung de la República de Corea (5.102) y el Grupo NEC de Japón (4.406).
China figura entre los principales solicitantes de patentes en el segmento de instituciones de gobierno y universidades.
Las técnicas de IA relativas al aprendizaje automático encabezan los registros de patentes, en particular aquellas asociadas a las redes neuronales que han revolucionado la traducción automática. Un tercio de todas las invenciones son de este tipo.
Por ejemplo, las aplicaciones de servicios de viajes compartidos pasaron de 9.567 en el 2013 a 20.195 solicitudes en el 2016. El empleo de la IA en el aprendizaje automático, presente en los sistemas de reconocimiento de voz, sumó cerca de 2.399 solicitudes de patentes en este último año.
La visión por computadora para el reconocimiento de imágenes, clave en el funcionamiento de vehículos sin conductor, totalizó 3.738 solicitudes de patentes; las invenciones en robótica representaron 2.272 solicitudes, con un crecimiento estimado en 265 % con respecto al 2013.
Del 2013 al 2016 casi se duplicó el número de solicitudes de patentes de IA afines a telecomunicaciones, alcanzando la cifra de 6.684. En el periodo, las ciencias médicas se superaron las 4 mil solicitudes vinculadas a la cirugía robótica y la personalización de los medicamentos.
Como lo indican los informes del IDRC y de la OMPI el abordaje de la IA debe priorizar los beneficios generales, así como los límites éticos, legales y normativos de sus aplicaciones.
La receta de los expertos parece engañosamente simple: países como los latinoamericanos deben primero formular políticas, estrategias y prioridades que orienten el empleo de la IA; fomentar las capacidades locales y la adecuación de los recursos existentes; promover iniciativas de interacción de los sectores público y privado.
Las políticas gubernamentales se enmarcan en aprovechar la AI en los servicios de alto valor social (salud y educación) y hacer eficientes los servicios públicos como el pago de impuestos y la administración de la justicia.
Una diferencia relevante entre los países del norte y los del sur radica en que los primeros han concertado los recursos del sector académico con los del sector público y privado para impulsar los avances en IA.
Como lo documentó un artículo del reporte del Registro Científico y Tecnológico (RCT) elaborado por el Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT), en enero del 2017, las investigaciones asociadas al desarrollo de la IA en país son insipientes. Entonces se identificaron 12 proyectos, 36 profesionales y 12 unidades de investigación pertenecientes a 6 instituciones nacionales. Los temas abordados fueron ambiente, agricultura, educación e Internet de las cosas.
Justamente, en octubre del 2016, la Cámara de Industrias de Costa Rica llevó el Congreso “Industria 4.0: Automatización ¿Oportunidad o Amenaza? en donde se propuso una agenda de discusión sobre el impacto de la IA en nuestro medio con presencia de expertos, industriales y académicos.
En el ámbito académico el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) tiene un programa de especialización en IA con énfasis en manejo de datos, aplicaciones en modelos de negocio y transformaciones digitales.
Por su parte, del Ministerio de Ciencia y Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) presentó en octubre del 2018 la “Estrategia de Transformación Digital del Bicentenario 2018-2022”, que consta de seis ejes estratégicos: Pura Vida Digital, CR Inteligente, Transformación Empresarial 4.0, Sociedad Innovadora, Buena Gobernanza y Costa Rica Conectada.
La propuesta busca que las acciones de gobierno digital se centren en los ciudadanos, el llamado “gobierno abierto” se enfoca en generar transparencia; y por medio de la interoperabilidad los trámites serían más simples y a bajo costo.
Como aliados estratégicos el Micitt identificó a varias instituciones del Estado como la Caja Costarricense del Seguro Social, el Ministerio de Seguridad Pública, el Ministerio de Educación, el sistema financiero, entre otros.
Finalmente, en abril del 2017, el Conicit con el apoyo de la GIZ (Corporación Alemana para la Cooperación Internacional) seleccionó 5 empresas nacionales para una pasantía dirigida al desarrollo de iniciativas en la industria 4.0, en el Estado de Baviera, Alemania.
Se pueden consultar los documentos que evalúan los avances en inteligencia artificial en los siguientes enlaces:
El primer estudio de la OMPI sobre “tendencias de la tecnología” se centra en la inteligencia artificial (IA).
Government Artificial Intelligence Readiness
Index 2019
Estrategia de Transformación Digital hacia la Costa Rica del Bicentenario 4.0.
Inteligencia artificial en cifras |
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Los análisis sobre la 4° revolución industrial, dominada por las tecnologías de la inteligencia artificial, descubre un escenario de países líderes y rezagados. Los datos marcan un destino manifiesto si los gobiernos no emprenden un esfuerzo sostenido para impulsar y administrar los beneficios y sus riesgos.
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Fuentes: OMPI y IDRC
Los países en azul más oscuro son los más avanzados en inteligencia artificial y conforme tienden hacia celeste más claro son los más rezagados. Latinoamérica y el Caribe están por debajo de la media en el índice de preparación gubernamental en inteligencia artificial. Fuente: IDRC.