No es suficiente el acceso abierto para aumentar la visibilidad de las revistas científicas. Además es necesario publicar en idioma inglés, contar con la participación de al menos un 10% de expertos internacionales como autores o en los consejos asesores. Aunado a esto, se requiere inscribir indicadores en bases de datos internacionales y cuidar mucho más la calidad del formato y de los contenidos para conseguir una mayor visibilidad de la investigación e impacto de las revistas universitarias.
Hay una serie de prácticas que se pueden emprender para lograr mayor visibilidad e impacto de las revistas científicas, Además de tenerlas en acceso abierto.
Esas son las recomendaciones que hizo el Dr. Elías Sanz Casado, de la Universidad Carlos III de Madrid, España, durante una conferencia que impartió en la Universidad de Costa Rica (UCR), titulada “¿Es suficiente que una revista científica esté en acceso abierto para aumentar su visibilidad?”, el 23 de octubre, como parte del cierre de las actividades de la Semana Mundial del Acceso abierto.
El Dr. Sanz explicó que la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) aplicó esas recomendaciones entre el 2007 y el 2013 para potenciar sus revistas científicas.
Además considera que es necesario buscar nuevos caminos, con publicaciones más ágiles, económicas, con altos estándares de calidad, así como generar un aumento en el porcentaje de citación.
En su exposición presentó los resultados de un análisis que hizo de las publicaciones científicas de Costa Rica del 2003-2012 del Web of Science, y expresó que existen dos comunidades científicas costarricense: una que participa en una gran cantidad de colaboraciones internacionales y tiene mucho impacto; y otra de poca apertura, pocas colaboraciones y bajo impacto de sus publicaciones, que debe hacer algo para mejor sus visibilidad.
Según los datos que aportó el Dr. Sanz en su disertación, los investigadores costarricenses publicaron en ese periodo 4 216 documentos, lograron 57 543 visitaciones y 13,65 citas por documento. Esas publicaciones, con un promedio de colaboración científica de 6,55 autores por documento, tienen un porcentaje de colaboración de 75,64, una cifra muy elevada a criterio del Dr. Sanz, lo cual habla muy bien de la labor científica realizada en el país.
No obstante, informó de que al revisar dos revistas costarricenses que están indexadas en la Web of Science y a las que se les pide los mismos requerimientos, encontró que una de ellas, la de Agronomía Mesoamericana no tiene factores de impacto. Por otro lado, la revista Biología Tropical muestra que en ella publica un 8,2% de los investigadores del país, que en el periodo analizado publicó 1 473 documentos, los cuales tiene 3 101 citas y 2,11 citas por documento, el número de autores es de 3,07 por documento y las colaboraciones internacionales de un 22%.
“El que estén en Open Access hace pensar que tienen más visibilidad, pues no, hemos visto que tiene 175 citas recibidas, lo que representan 0,05 citas por documento”, detalló.
Por otra parte, afirmó que las universidades públicas de Costa Rica tienen en total 87 revistas, todas en acceso abierto, pero estas no son internacionales, a criterio del conferencista, porque tienen muy escasas colaboraciones: un promedio de autor de 1,67 por documento, solo el 34% con más de un autor y solo el 24% con más de un país participante.
Para el Dr. Sanz Casado la ciencia del siglo XXI ha avanzado mucho en trabajos colaborativos entre investigadores internacionales, pero los equipos científicos son cada vez más competitivos y están sometidos a mayor estrés, pues tienen la obligación de publicar mucho para ser conocidos y para competir por fondos económicos, que les financien sus proyectos, sus instalaciones y equipos. Por lo tanto buscan las revistas de mayor prestigio, que les dan reconocimiento.
Sanz aseguró que las revistas y las empresas editoriales han adquirido poder, porque además manejan las bases de datos de referencia y establecen altos precios por sus servicios, porque alegan que ofrecen paquetes de revistas.
“Todo esto se ha convertido en un negocio bastante complejo y complicado, en un mercado monopolista, dominado por muy pocas manos”, señaló.
Agregó que las bibliotecas universitarias con sus bajos recursos luchan por mantener esas publicaciones tan onerosas y han dejado de adquirir otras. Además se han unido en consorcios para gestionar compras y aunque han logrado algunas rebajas de precio, no ha sido de manera sustancial.
El Dr. Sanz coincide con la Magister Saray Córdoba González, integrante del Consejo Universitario, representante de Latindex y coordinadora de UCR Index, en que hay diferentes formas de visibilizar las publicaciones, como la tendencia que existe a ver la visibilidad que tienen en redes académicas, y con otros criterios alternativos de calidad, como pueden ser las descargas.
Reconocen que el acceso abierto es una buena opción para publicaciones nacionales, porque es gratuito, elimina barreras, ofrece resultados de investigación, información reciente, pero le preocupa que empleen criterios más laxos para seleccionar los documentos, quizá por la rapidez frente a la calidad de contenidos. Para su criterio, de esta forma las revistas nacionales pueden convertirse en guetos que fomentan la endogamia.
“Desgraciadamente la Open Access aún no es una fuerza que puedan oponerse a estas editoriales, porque según datos recientes del 2013 de los 90 mil o 95 mil títulos que hay en el mundo, solo el 30% está en Open Access”, dijo el conferencista.
Por su parte, la Mag. Córdoba dijo que en la UCR aún no existe la obligatoriedad de depositar documentos en los repositorios institucionales abiertos, pero están trabajando para lograrlo, por medio de una ponencia que espera aprobación en el VII Congreso Universitario, que se desarrolla en la UCR o podría salir por la vía de la resolución. Agregó que están instando a los rectores de las universidades públicas para que adopten una política en ese sentido.
Por otra parte informó que el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA) aprobó una resolución a inicios del presente mes de octubre en este mismo sentido y estará incidiendo en las decisiones de las universidades y de las bibliotecas universitarias también.
Lamentó que Costa Rica no está a la vanguardia en acceso abierto, pues es El Salvador es el país centroamericano que en esta materia nos lleva mucho camino recorrido.