Costa Rica está cada vez más cerca de obtener tratamientos efectivos contra le neumonía COVID-19 , casuada por el coronavirus SARS CoV2. Por un lado el Instituto Clodomiro Picado (ICP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) comenzó la inmunización de caballos, mientras que por su parte la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), empezó a recolectar sangre de pacientes que superaron el contagio con el nuevo coronavirus, cuyo plasma procesará en sus propios laboratorios para que pueda ser tranferido a pacientes graves. Ambas estratégias concluirán con la elaboración de tratamientos efectivos y nacionales contra la enfermedad COVID-19.
La semana pasada el ICP-UCR inmunizó seis caballos para que produzcan anticuerpos contra el coronavirus y extraerles el plasma sanguíneo para elaborar el medicamento contra la enfermedad del COVID-19.
El Instituto Clodomiro Picado (ICP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) inició el pasado viernes 8 de mayo el proceso de inmunización de caballos con fragmentos del nuevo coronavirus SARS CoV2, para obtener de ellos plasma sanguíneo con anticuerpos contra el virus que servirán para fabricar un suero anti-COVID-19.
Este mismo día la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), inició la recolección de plasma sanguíneo de pacientes que se han recuperado después de haber sido contagiados con este virus y haber contraído la enfermedad COVID-19.
El plasma sanguíneo convaleciente también contiene anticuerpos contra el coronavirus SARS CoV2, por lo que será procesado por la CCSS, para fraccionarlo y extraer la parte donde se encuentran los anticuerpos que atacaron el coronavirus.
Ese plasma será aplicado, mediante transfusión vía intravenosa, a pacientes que se agraven por la enfermedad COVID-19. Los anticuerpos también denominados inmunoglobulinas, neutralizarán la capacidad del virus para producir la enfermedad COVID-19. Su efectividad será monitoreada por el personal médico de la Caja para evaluar los resultados.
En este primer tipo de tratamiento, la colaboración de la UCR consistió en participar en el establecimiento de los protocolos para la obtención del plasma y en realizar análisis del plasma obtenido por la CCSS en el Laboratorio Clínico de la UCR ubicado en el Hospital del Trauma del Instituto Nacional de Seguros (INS).
El laboratorio de la UCR se encargará de verificar que el plasma extraído no esté contaminado con agentes de otros virus como hepatitis B, SIDA etc.
Adicionalmente, la Caja tratará de obtener la mayor cantidad posible de donaciones de pacientes recuperados para reunir los 25 litros de plasma que requiere el ICP-UCR para elaborar el suero anti-COVID-19.
Con ese plasma el ICP purificará los anticuerpos, también denominados inmunoglobulinas, que produjo el organismo del paciente al defenderse del coronavirus, y elaborará un suero que neutralizará la capacidad del virus para producir la enfermedad. Los anticuerpos ya no estarían en el plasma sanguíneo, sino en viales de suero anti COVID-19.
El ICP-UCR estima que con 25 litros de plasma podría elaborar unos 50 viales de suero. Es decir que por cada paciente que done un litro, se podría obtener el tratamiento para dos pacientes. En este caso sería suero y no plasma, lo que se inyectaría vía intravenosa a un paciente grave.
No obstante este proceso tardaría un poco más, por lo que inicialmente la CCSS optó por elaborar el plasma con la sangre de los primeros donadores y si se consiguen suficientes donadores pasar a la elaboración del suero por parte del ICP-UCR.
El plasma purificado lo tendría la CCSS disponible para ser transferido a pacientes la próxima semana, mientras que el suero tardaría mínimo un mes y medio a partir del día que el ICP-UCR reciba el plasma de la CCSS.
Al hacer el anuncio, el presidente ejecutivo de la CCSS, el Dr. Román Macaya Hayes, explicó que “el plasma convaleciente se aplicaría a pacientes que se encuentren en una situación severa o crítica y con menos de 14 días de hospitalización”.
El Dr. Macaya hizo un llamado a las personas que hayan superado la enfermedad a ofrecerse a donar sangre, “lo cual es totalmente voluntario. Los pacientes tienen que tener entre 18 y 65 años, sin antecedentes clínicos, sanos, y si son mujeres no deben estar embarazadas”.
En viales como estos el ICP-UCR entregaría a la CCSS el suero anti-COVID-19 obtenido a partir del plasma de caballos inmunizados con el coronavirus SARS CoV2.
Para comenzar la inmunización de caballos, el ICP estaba a la espera de que llegara al país una proteína que se había comprado por valor de 35 millones de colones con fondos del Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT).
Esta proteína es necesaria para el proceso de inmunización de los caballos y fue desalmacenada de la aduana esta misma semana.
Sobre la fabricación del suero anti-COVID-19, el Dr. Macaya explicó en lenguaje sencillo, que se inyecta a los caballos con “pedazos del virus, no es el virus vivo, para que generen una reacción inmunológica. Esto se repite cinco veces a lo largo de los próximos dos meses y luego viene una etapa de purificación de los anticuerpos que generan los caballos y el control de calidad que durará más o menos, otro mes”.
Por esa razón es que “habrá producto de esta otra estrategia para el desarrollo de terapias nacionales para tratar pacientes COVID-19 disponible en aproximadamente tres meses. Lo importante es que hoy ya inició esa etapa que nos va a llevar a esos productos”, concluyó satisfecho el presidente de la CCSS.
La ventaja de esta estrategia es que de un caballo se puede extraer el tratamiento para 100 enfermos de COVID-19, mientras que de un paciente recuperado el tratamiento para dos.
El Instituto Clodomiro Picado (ICP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) en coordinación con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), llevan a cabo tres estrategias para desarrollar un medicamento que ayude a combatir la enfermedad COVID-19 casuada por el nuevo coronavirus SARS CoV2. Esto a partir de plasma sanguíneo con anticuerpos que combatan el virus. En este video se explican en qué consisten esas estrategias.